Desde el comedor estoy mirando por la ventana. Veo a la gente bailar y divertirse en la fiesta de cumpleaños de mi sobrina. Después de un mes y una semana de estar en mi cuarto de recuperación, fue la primera vez que salí de nuevo al mundo. Aunque al otro día en lugar de padecer una cruda, padecí los dolores de mi brazo izquierdo, creo que lo moví un poco.
Me río y pienso: "Sí, es cierto. Llevo un mes y una semana viendo ocurrir diversas cosas desde mi ventana, y ya me he acostumbrado a ver la vida desde esta perspectiva".
Desde ése diálogo, me quedé pensando que contemplar es una perspectiva diferente, pero también muy valiosa. Te permite apreciar los pequeños detalles que a menudo pasamos por alto"
En esta vida de contemplación. Desde mi ventana, puedo ver las montañas que se encuentran en las altas montañas de la serranía. El cielo azul despliega su belleza como fondo para administrar la vida.
Me pregunto: "¿Qué es la vida más que momentos de actuación y de contemplación?"
Me acuerdo de la canción de Flor Amargo titulada "Tiempo". En la canción, Flor Amargo canta sobre la importancia de vivir el momento presente, de disfrutar de los pequeños detalles y de no dejar que el tiempo se nos escape.
La letra de "Tiempo" de Flor Amargo es un canto a la vida y a la felicidad. La cantante nos invita a disfrutar de los pequeños detalles, a no preocuparnos por el futuro y a aceptar la vida tal como es.
La letra también nos recuerda que la felicidad es una elección. Podemos elegir ser felices, incluso en los momentos más difíciles.
Hay algunas frases que quiero rescatar de aquí.
La vida es un viaje, no un destino.
El éxito es el resultado del trabajo, no una palabra en el diccionario.
No hay verdades absolutas, ni frases perfectas.
Las cosas más bellas son gratis.
Sonreír es gratis.
El pasado es pasado.
El tiempo es relativo.
La vida está hecha de momentos.
Los detalles más sencillos son los más importantes.
Hay que disfrutar el presente.
Hay que aprender a bailar, a cocinar, a pasear, a reír, a caminar, a mirar, a aceptarse a uno mismo y a crear.
La vida vale la pena vivir, incluso en los momentos más difíciles.
Me doy cuenta de que, en este tiempo de contemplación, he aprendido a apreciar más la vida. He aprendido a valorar los momentos que paso con mi familia y mis amigos. He aprendido a disfrutar de la belleza de la naturaleza.
También he aprendido a reflexionar sobre mi vida. He pensado en mis metas, mis sueños y mis prioridades. He decidido que quiero vivir mi vida al máximo, que quiero aprovechar cada momento.
No sé cuánto tiempo más estaré aquí, pero estoy agradecido por esta oportunidad de contemplación. Me ha ayudado a crecer como persona y a apreciar la vida más que nunca.
También sé que no ha sido fácil. Ha habido momentos en los que me he sentido frustrado, aburrido y solo. Pero, gracias al apoyo de mi familia y mis amigos, he podido sobrellevarlo.
Estoy seguro de que, cuando salga de aquí, seré una persona diferente. Seré una persona más apreciativa de la vida, más consciente del presente y más decidida a vivir mis sueños.
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