Querido diario.
La semana que ha terminado ha sido una semana maravillosa de giros y giros abruptos. Te cuento.
El lunes fue un día genial de inicio de semana, las reuniones de agradecimiento que hemos institucionalizado en nuestro espacio de influencia fue de lo mejor.
Del martes al viernes fueron días de desconexión digital, aunque no fue mi intención. En el lugar en donde me encuentro, las lluvias hicieron lo suyo, se fue la red de internet, se fue la señal de teléfono móvil y también se fue la luz. Quien brilló por su ausencia fue la red de internet y lo otros (la señal de teléfono móvil, la luz eléctrica) llegaban a ratos.
Todo lo anterior implicó una suerte de participación entrecortada en reuniones a través de llamadas telefónicas, no pude leer mis textos del Diplomado, no pude acceder a mis archivos que se encuentran en la nube, no pude avanzar en la preparación de mi conferencia, al menos en el texto.
Para el día de ayer decidí trasladarme a la ciudad para poder estar en una reunión virtual, no llegué :(, dar la conferencia y participar en el Diplomado. Así que hoy estoy en el Diplomado y en la tarde estaré dando una asesoría de tesis de posgrado con estudiantes de posgrado. Debemos sacar sus tesis en el siguiente mes.
En el Diplomado hemos enfocado nuestra atención en el poder, el poder expresado en las historias que nos contamos. Que somos producto de ese poder, analizamos un video de las ideas de Foucault y una exposición por parte de las profesoras. Este diplomado me ha encantado porque tienen muchas dinámicas de trabajo en equipo y de diálogos y conversas que nos van construyendo.
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Panóptico |
Hoy tomamos conciencia de que somos producto de ese poder. Además de mirar cómo ese poder coloniza el cuerpo y nuestras vidas y es un panóptico. Aunque parece imposible salirse de ser producto del poder me gustó este asunto de mirar nuestro cuerpo, nuestra historia, nuestro habitar como una obra de arte que se va construyendo....
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